Cuando llega el frío a Madrid
Cuando por fin llega el frío a Madrid
Salen viejos fantasmas a rondar las calles
Se arropan con capas de apolillada lana
Y ciñen espadones comidos por la herrumbre
…
Estate atento al cruzar el portal
Quizás te saluden con cortesía añeja
Tocando un poco el ala de su sombrero
Mientras se miran el humo de las botas
…
Hay que fijarse bien en el aire tenue de las entrehoras
Porque a la manera de los espectros de cuento
Aparecen solo al alba y al crepúsculo
Y se desvanecen al menor descuido
…
En la esquina de Pez con Corredera
Andando hacia San Antonio de los Alemanes
Hice amistad en el invierno incipiente
Con el decano de estos duendes
…
Capitán que fue de los Tercios de Flandes
Factoría deprimida para emigrados hispanos
Que trabajaron en la fábrica de los Habsburgo
Y se ausentaron del Siglo de Oro del solar patrio
…
«Cementerio universal de españoles»
Dijo el jefe del conceptismo barroco
Sin ajustarse los anteojos y sin acordarse
De médicos, de alguaciles ni de genoveses
…
En San Antonio, el duende oye misa de maitines
Y reza después con fervor por el Rey, por España
Y por el alma de cierta dama a la que se declaró una vez
El día del entierro del infante don Carlos
…
No mucho más me pudo contar antes de evaporarse
Dijo que el duque de Alba le pidió consejo una vez
Y que don Juan de Austria estrechó su mano
Poco antes de morir en aquel cuartucho valón
…
Mi fantasma ignora que a él también se lo llevó el tifus
Recién llegado de Gante, con sus planes de boda hechos
Y me trata a mí como criatura fantástica
Y al Madrid de hoy como sueño prolongado
…
Deambula desde la chocolatería de Espíritu Santo
Hasta la plaza de San Ildefonso y baja por don Felipe
A Madera y Escorial. Hoy encontré su rastro
Perdido en pergaminos del archivo de Simancas
…
Rogelio Pintado Espinel, gran español que bregó en Lepanto
Capitán de Tercios y pretendiente de doña Giomar Nutricia
Muerto de fiebres tifoideas en mil quinientos ochenta
Espectro que no encuentra reposo en los inviernos de Madrid
Me gustan mucho estas historias que trenzan los hilos del pasado con los del presente más inmediato.
Consiguen que entienda la vida no como una sucesión de fragmentos, sino como Una en la que todo sucede simultáneamente.
Y eso, por alguna razón, me calienta el corazón como un abrazo, como un no estás sola: son todos contigo.
Un placer leerte.
Gracias. Es un placer tener lectores como tú.